jueves, 30 de noviembre de 2006

bloqueo



No tengo ganas de escribir,
la pluma enmudeció en el infinito,
se seca la tinta, comienza a morir
la poesía en un rincón, perdí ese instinto.

Cadáveres de versos apilados
entre frías piedras desterradas
al tormento del olvido,
vacilan melodías inacabadas.

Podría olvidar en éste invierno,
el encapotado cielo del silencio
y gritar en cada verso que me interno
en un helado y oscuro solsticio.

Olvido mi amor por las palabras
plasmadas en un papel, se mueren.

1 comentario:

extravegancia dijo...

las palabras a veces nos abandonan,
los ideales no
saludos
stay vegan